Al menos 32 familias han sido obligadas a abandonar sus viviendas este año por amenazas de pandillas; en 18 de los casos el desplazamiento ocurrió durante la cuarentena estricta. Los datos fueron compartidos por Cristosal, que ha atendido estos hechos en coordinación con la Procuraduría General de la República (PGR) e ISDEMU.
La directora del Sistema de Monitoreo de Derechos Humanos de Cristosal, Rina Montti, dijo que la violencia criminal sigue siendo la causa principal por la que muchas familias se ven obligadas a huir de sus hogares. “Los hechos que normalmente están causando el desplazamiento continúan siendo las amenazas, los intentos de homicidios, la extorsión, y los homicidios a familiares, etc”.
Situación empeoró durante la cuarentena
Además, agregó que la cuarentena ha hecho más difícil que las organizaciones de la sociedad civil den asistencia a las víctimas. “La cuarentena forzó a que muchas instituciones, sobre todo organizaciones de la sociedad civil, se resguardaran y tomaran distanciamiento de las comunidades. Esto supone una alta vulnerabilidad para las víctimas porque los lugares donde podían acudir en busca de asistencia disminuían”.
La mayoría de casos de desplazamiento forzado en lo que va del año ocurrió en la zona occidental y central del país.
El 2019 fue un año aún más complicado; 450,000 salvadoreños fueron obligados a dejar sus hogares por la violencia de las pandillas, según el Observatorio Universitario de Derechos Humanos de la Universidad José Simeón Cañas (OUDH).
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