Sandor Guido se sabe actualmente una persona afortunada porque su nombre, ahora como mánager, ya entró en la historia del béisbol de Nicaragua, luego de ganarle a la poderosa Cuba en el Premundial Sub 23 de béisbol.
Nadie creía en esto, nadie creía en nosotros, fueron sus palabras de apertura ante el enjambre de periodistas que lo asechó en la salón de prensa del estadio Dennis Martínez, justo minutos después de que sus pupilos completaran una faena casi perfecta para vencer 6-0 a la escuadra cubana en duelo de invictos.
Felicitaciones a los muchachos que han hecho historia, han hecho su trabajo, ya tenemos el cupo al Mundial y ahora podemos pensar en la medalla de oro, valoró el timonel pinolero, consciente de que sus discípulos funcionaron como un reloj en un partido que sirvió de ensayo a la final del domingo.
El estratega reconoció que muchos fanáticos y especialistas no creyeron en sus jugadores después de los resultados con (el campeón de la Serie Nacional cubana) Matanzas, ‘pero ese tope nos sirvió de fogueo y aquí salimos a disfrutar, a divertirnos, pero también a trabajar duro’, comentó.
Nicaragua se erige ahora como el único plantel que no conoce la derrota en el certamen y además festeja su boleto al torneo universal que organizará México en octubre.
Cuba, por su parte, a pesar del revés también garantizó su pasaje a tierras mexicanas, así como su presencia en la discusión del título.
Su director, Eriel Sánchez, no es de los que se esconde tras las derrotas y comenzó su intervención felicitando a los ganadores por el excelente nivel que mostraron en la noche del viernes.
Sin embargo, el otrora receptor por más de dos décadas en los campeonatos de la isla, reconoció que en realidad el que le sorprendió fue su equipo, ‘porque yo siempre he dicho que el contrario más fuerte que tenemos somos nosotros mismos’, aseguró.
‘Cómo nosotros funcionemos en el terreno así marchará el juego, hoy solamente dimos dos hits, de ellos el segundo en el séptimo innings, y creo que la actitud también estuvo por debajo’, espetó sin miramientos.
En vez de lamerse las heridas, el piloto del conjunto caribeño es consciente que el juego ‘bueno’ es el domingo y no dudó en asegurar, con sus casi dos metros de estatura, que van a buscar el desquite en la final.
Fotos : Martin Carrión Martínez/Radio La Primerísima
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