Amigos y familiares de una joven embarazada muerta por una bala perdida durante un tiroteo policial con presuntos delincuentes en Río de Janeiro lloraron su muerte el miércoles. Más de 100 personas acudieron al velatorio y al entierro de Kathleen Romeu, mujer de 24 años.
“La bala perdida siempre encuentra a los negros y pobres que viven en la comunidad, nunca a los ricos. ¿Por qué no entran en una rave (festival de música) disparando? Allí venden drogas, tienen armas, todo está mal. ¿Por qué no entran allí y disparan? Porque esa es la élite, es diferente”, dijo Rodrigo Diniz, amigo de Kathlen Romeu.
La abuela de Romeu se vio desbordada por la emoción y tuvo que ser sacada en brazos.
Más tarde, cientos de personas se unieron a una marcha por las calles de Río, cantando por la justicia y pidiendo al gobierno que controle a las fuerzas policiales. La policía ha dicho que Romeu recibió un solo disparo en el torso durante un tiroteo con delincuentes.
Los agentes la trasladaron a un hospital cercano, pero ni ella ni su bebé sobrevivieron. El barrio donde residía Romeu, Lins de Vasconcelos, sufre frecuentes tiroteos, incluso en horario escolar, dijo en el cementerio Luis Pablo Figueiredo, un líder comunitario local que trabaja con niños.
Una sentencia del Tribunal Supremo prohibió el año pasado las operaciones policiales en las favelas de Río durante la pandemia, salvo en circunstancias “absolutamente excepcionales”.
Tomado de AP
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