El Salvador vulnerable ante impactos de fenómenos meteorológicos

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“Nos preocupa que el gobierno sigue teniendo políticas emergencistas, ante estos eventos, a pesar de que hay una Ley de Protección Civil y una Política Nacional de Protección Civil, lo que tenemos es una respuesta de actuar ante la emergencia, luego pasará la tormenta Pilar y seguiremos en situación precaria”, expresó Breni Herrera, del IMU.

Diversas organizaciones de mujeres rurales y de gestión de riesgo reaccionaron ante lo que consideran un “manejo incompleto” del Estado de Emergencia que ha provocado la Tormenta Tropical Pilar, que ha impactado a la zona rural de la costa y el oriente del país.

La Tormenta Tropical Pilar se encuentra frente a las costas de El Salvador, y continúa su paso con un desplazamiento a 6 kilómetros por hora y con vientos de 85 km/h, fenómeno meteorológico que ha traído nubosidad, lluvias y tormentas de moderadas a fuertes con énfasis en la zona oriental y central desde el fin de semana.

Y contrario a lo esperado de tener un impacto directo en tierra, ha dado un giro al este-sureste. Según informes oficiales esta se alejará hacia el océano Pacífico, desde la madrugada de este miércoles 1o de noviembre, aunque continuará aportando humedad en su desplazamiento.

Breni Herrera, del IMU, quien integra la Alianza por la Defensa de los Derechos de las Mujeres Rurales manifestó que las organizaciones ambientalistas conmemoraron en estas fechas los 25 años del huracán Mitch, que dejó devastación en poblaciones vulnerables y que la situación actual continúa igual en cuanto a la falta de prevención.

“La población continúa prácticamente en vulnerabilidad históricamente, y las personas más afectadas son las viven en la zona rural, quienes siguen padeciendo día con día grandes afectaciones de estos fenómenos meteorológicos”, agregó.

“Si sabemos que vivimos en un país en donde una hora de lluvias afecta, entonces, ¿Qué estamos haciendo en términos de prevención?, no puede ser que el país continúe con políticas emergencistas y endeudándose para poder responder a emergencias de momento y las que siempre habrá”, acotó Herrera.

En cuanto a la situación climática, agregó que estas han existido a lo largo de la historia del mundo, y que El Salvador es un “país altamente vulnerable”, en donde grupos poblacionales como las mujeres rurales son quienes registran mayores impactos por la pérdida de sus medios de vida, de su pequeña producción de subsistencia, y que lejos de contar con políticas que les permitan mitigar este tipo de situaciones, han denunciado que están siendo excluidas de bases de datos y registros de mujeres productoras en instituciones de gobierno.

“Otra denuncia de las mujeres rurales es que están dando permisos de construcción en lugares donde no han hecho estudios de impacto ambiental. En San Sebastián Salitrillo (Santa Ana), las mujeres han reportado que ya vendieron terrenos para que siembren caña de azúcar y están preocupadas por el impacto ambiental de ese monocultivo que será alto para la vida de ellas y sus familias”, indicó Herrera.

Rúben Quintanilla, de la Mesa Permanente para la Gestión del Riesgo (MPGR), señaló que El Salvador es un país multiamenazas, al comentar que la Tormenta Pilar ha venido impactando desde hace 4 días, y que ha generado una cantidad de condiciones que demuestran su vulnerabilidad.

“En el transcurso de este día nos impactará totalmente (martes), y que por los pronósticos sabemos que no lo hará con toda la fuerza que se había previsto, pero ya hay consecuencias de este fénomeno”, acotó Quintanilla.

Quintanilla agregó que “La vulnerabilidad también se mide por los daños que nos pueda generar ante estas amenazas meteorológicas. Así como para evaluar la capacidad que tiene la población para recuperarse del impacto porque todos los años pasamos por esto”.

Sobre el trabajo que debería realizar el gobierno, Quintanilla manifestó que está el trabajo coordinado, participativo y transparente para superar la “gestión reactiva”, que es por ahora la única que se emplea desde las entidades de gobierno.

“La gestión reactiva es cuando viene el fenómeno, nos preparamos y lo enfrentamos, pero no nos podemos quedar allí. Debe haber una -reacción correctiva- o sea, debemos corregir lo que está mal para cambiar el abordaje de la emergencia”, sugirió.

“La reacción correctiva debe dar paso a la parte prospectiva, o sea, la visión de proponer acciones a un país tan vulnerable como El Salvador. Y, por último, la organización comunitaria que es fundamental porque son quienes viven este tipo de situación y están en riesgo permanente, ahí debe trabajarse organizando a la gente”, puntualizó Quintanilla.