Doña Ángela López Mendoza: Mujer emprendedora, madre y esposa

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Doña Ángela López Mendoza, tiene 49 años, desde joven ha sido una mujer independiente, se levanta muy temprano para salir al parque de feria del municipio de Siuna, a preparar sus nacatamales y tamales pisques, además de carne asada, producto que vende los días jueves, un día muy cansado, pero no termina ahí, continúa preparando la venta del viernes y sucesivamente la del sábado, que corresponde a diversas sopas, de gallina, de res y de mondongo.

“Todo inicio hace once años, en la cancha municipal, ahí nos reunimos 28 productores y productoras de diferentes comunidades por primera vez a vender productos del campo, pero antes de eso ya habíamos pasado por un proceso de capacitación, durante 8 meses, diferentes organizaciones llegaban hasta la finca a hablarnos sobre administración de fondos, comercialización y valor agregado, y también de género” relató doña Ángela.

Se conformaron cinco redes empresariales en las comunidades de Santa Fe, San Pablo de la Gasolina, de donde es doña Ángela, Empalme de Labu, Alo Bethel y Wasimito. Eso llevó a conformar el Comité del Mercado Campesino, donde ella formó parte.

Ya organizados pasaron 5 años vendiendo sus productos en la cancha, donde cada sábado viajaba con dos de sus hijos, “ellos se iban a clase y yo me quedaba en la cancha con la venta y en la tarde nos regresábamos” recuerda esta madre luchadora.

Después de 5 años lograron que se les construyera un lugar propio y es donde se encuentra actualmente en el parque de ferias, sin embargo, de las personas que iniciaron solo doña Ángela ha quedado, con el mismo entusiasmo de la primera vez de su negocio, pero con más experiencia.

Doña Ángela atiende a su clientela en unos de los cubículos del parque, el cual ella llama como su segunda casa, “esta es mi segunda casa”.

“Los viernes me quedo a dormir aquí en el parque de feria y me levanto a las tres de la mañana a preparar las sopas, porque mis clientes desde las 8 de la mañana vienen a buscar la sopa” expresó doña Ángela con mucha seguridad.

“Me he llevado bien con todos mis compañeros, porque tengo un dicho que, para saber morir, hay que saber vivir”.

Señaló que no siempre le va bien en sus ventas, pero dice que no se aflige “la idea es invertir y sacar el capital, gracias a Dios casi nunca me va feo” expresó con una sonrisa en su rostro.

Doña Ángela fue socia en una cooperativa de mujeres y su esposo fue parte de la Red Empresarial, cuando inicio el mercado campesino, participo en varios intercambios de experiencias en otras comunidades, la mayoría sobre hortalizas, esto le permitió ahondar sus conocimientos.

Antes de iniciar con este negocio, se dedicaba a lavar oro en su comunidad, “Siempre he sido una mujer trabajadora”.

Además de emprendedora doña Ángela es madre de 5 hijos, a quienes saco adelante por medio de su trabajo, junto a su esposo.

Y aunque su trabajo le da la facilidad de gozar de tiempo libre para compartir con su familia, asegura que ser mamá emprendedora es todo un reto y hay que saber conjugar el tiempo con los hijos. “Mis hijos ya están grandes, pero gracias a Dios los saque adelante”.

“He invitado a compañeras a que vendan al parque de feria, si uno se propone llega a adquirir lo que quiere, como mujeres tenemos que tener iniciativa y no esperar que nos den” enfatizó doña Ángela, quien inició a trabajar desde que tenía 13 años, “lavaba oro para poder vestirme, también hacia ornados de maíz, los vendía en la capilla de la comunidad” refirió.

Muy empoderada doña Ángela dice “He aprendido a aceptar el reto de hacer cosas que nunca antes he hecho, la mujer ha demostrado que es algo más que una madre, una esposa, somos listas, fuertes y valientes”.