Organizaciones locales de derechos de los migrantes denunciaron que estos ponen en peligro su vida y se lanzan al Río Bravo, que divide la frontera entre México y los Estados Unidos, tras las constantes fallas de la aplicación “CBP One” habilitada por Washington para que dichas personas gestionen su cita de asilo en ese país.
Niños y adultos que aguardaban en el campamento habilitado en Matamoros, al límite con la ciudad estadounidense de Brownsville, Texas; se arrojan a las aguas apoyados en inflables, sogas y botellas de plástico.
Tras días de fuertes lluvias el caudal presenta una corriente peligrosa. Los migrantes afirman que tienen más de un año de estar esperando y ven como única opción cruzar.
De igual manera, denuncian que la última actualización de la aplicación; para presentarse a la entrevista con el fin de acceder a territorio norteamericano presenta fallas.
Asimismo, en enero el presidente, Joe Biden, informó nuevas medidas para acoger a 30.000 migrantes de Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba mediante la herramienta informática, pero con la deportación inmediata a México del resto que cruce la frontera de manera irregular.
Además, las escenas son usuales desde finales de 2022, cuando también con un alto caudal, sudamericanos y centroamericanos cruzaron el río Bravo; sin embargo, la presencia de agentes estadounidenses del otro lado para interceptarlos.
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