Comenzando en México, atravesando Estados Unidos y terminando en Canadá, millones de personas presenciarán el lunes 8 de abril un raro eclipse total, un acontecimiento celeste que sigue inspirando asombro, pero que también representa una oportunidad científica y económica.
En Estados Unidos, más de 30 millones de personas viven en la zona donde el eclipse total será visible durante unos minutos, según la NASA. «Los eclipses tienen un poder especial. Tocan a la gente, que siente una especie de reverencia ante la belleza de nuestro universo», subrayó el jefe de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson.
Los eclipses totales se producen cuando la Luna se interpone exactamente entre la Tierra y el Sol, bloqueando temporalmente la luz diurna de nuestra estrella. El Sol es unas 400 veces más grande que la Luna, pero también está 400 veces más lejos, por lo que las dos estrellas parecen tener un tamaño similar.
El evento debería ser visible primero en la costa oeste de México, a partir de las 18:07 GMT. A continuación, la trayectoria atravesará 15 estados norteamericanos -de Texas a Maine- antes de terminar su viaje en el este de Canadá. Alrededor de la banda del eclipse total, de 185 kilómetros de ancho, los residentes podrán ver un eclipse parcial.
Las autoridades estadounidenses llevan semanas insistiendo en las medidas de seguridad, en particular la necesidad de llevar gafas especiales para mirar al Sol, so pena de sufrir graves daños oculares.
Se han previsto numerosos actos en todo Estados Unidos. La NASA retransmitirá tres horas de vídeo en directo desde varios lugares, con imágenes de telescopio y comentarios de expertos.
Entre los lugares emblemáticos donde será visible el eclipse se encuentran las cataratas del Niágara, donde el espectáculo promete ser grandioso. En el lado canadiense, la región ha declarado incluso el «estado de emergencia» para hacer frente a la afluencia de visitantes.
Se esperan atascos
La expectación en torno al acontecimiento es tal que varios de los principales canales de noticias 24 horas, entre ellos ‘CNN’, han emitido conteos regresivos durante todo el fin de semana.
Se espera que muchas regiones se beneficien de la afluencia de turistas. «Tenemos gente que viene de los 50 estados, incluso de Alaska y Hawái. Hay turistas de Holanda, Finlandia, Alemania, Israel y Nueva Zelanda», afirma Jennyth Peterson, responsable de eventos en una zona al norte de San Antonio (Texas).
En Burlington, en el estado norteamericano de Vermont, por ejemplo, la población podría duplicarse ese día, según las autoridades locales.
Muchos hoteles están completos desde hace meses, y se esperan atascos monstruosos, como durante el último eclipse total en Estados Unidos, en 2017 -cuando menos ciudades estaban en la trayectoria correcta-. Para la ocasión, muchos colegios cerrarán o permitirán a los alumnos salir antes.
El eclipse también podrá admirarse desde el aire: algunas aerolíneas han programado vuelos a lo largo de la ruta de la oscuridad, y los billetes se han agotado. Los astronautas de la Estación Espacial Internacional también observarán el fenómeno, pero verán la sombra de la Luna recorriendo la superficie terrestre.
Sin embargo, el tiempo podría aguar la fiesta en algunas regiones. En Texas, por ejemplo, se espera que esté nublado.
Mediciones en la ionosfera
También es un acontecimiento científico. La NASA lanzará tres pequeños cohetes de sondeo antes, durante y justo después del eclipse, desde Virginia, en el este de Estados Unidos. El objetivo: medir los cambios provocados por la oscuridad en la parte superior de la atmósfera terrestre, la ionosfera, a través de la cual pasan muchas de nuestras señales de comunicación.
La corona solar, la capa exterior de la atmósfera del Sol, se hace especialmente visible durante un eclipse. Aquí es donde se producen las erupciones solares, y nuestra estrella se encuentra actualmente cerca de su pico de actividad (a diferencia de 2017).
El eclipse también puede provocar comportamientos inusuales en los animales, que son sensibles a los cambios de luz y temperatura. Los gallos y los grillos pueden empezar a cantar, y los pájaros pueden aterrizar. Incluso se han visto jirafas galopando en el pasado.
El próximo eclipse total visible en Estados Unidos (excluida Alaska) tendrá lugar en 2044. Antes, en 2026, se producirá un eclipse total en España.
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