Un juez federal de Estados Unidos dictaminó el miércoles que el estado de Texas deberá remover las barreras flotantes instaladas recientemente en el Río Bravo, en México, para disuadir a los migrantes de cruzar la frontera.
Al respecto, el Gobierno mexicano reconoció la decisión que emitió por la Corte Federal para el Distrito Oeste en EE.UU. para ordenar la retirada de una barrera de boyas colocadas en el Río Bravo en el área de Eagle Pass en Texas.
“Nos mantendremos atentos a la resolución final y reiteramos la urgencia de retirar de manera definitiva las boyas en nuestra frontera compartida; así como la importancia de respetar el Tratado Bilateral de 1944 y salvaguardar los derechos humanos de las personas migrantes”, comentó la cancillería en un comunicado.
El magistrado David Ezra, del distrito oeste de Texas, señaló en su fallo que la barrera, de 300 metros de longitud, constituye una “obstrucción a la capacidad navegable” del Río Grande, y reprendió al gobierno estatal, republicano, por no haber solicitado autorización federal antes de instalarla.
“La conducta de Texas perjudica irreparablemente la seguridad pública, la navegación y las operaciones de funcionarios de agencias federales en el Río Grande y sus alrededores”, subrayó el juez.
El fallo también prohíbe a Texas volver a instalar boyas “o cualquier tipo de estructura” sobre el río, lo que supone una victoria para el Gobierno de Joe Biden, que presentó la demanda inicial en el tribunal en contra de la barrera flotante.
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