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El joven Allan Rosales Romero, de 33 años, quien se dedicaba a vender refrescos por las calles en Jinotepe, este martes, lamentablemente fue encontrado sin vida en el cementerio de Masatepe, en Masaya.
Hasta el momento se conoce que supuestamente Rosales se suicidó tras sufrir depresión por la muerte de un familiar. Sin embargo, las autoridades se encargan de investigar las causas de la muerte.
El infortunado vivía en e barrio Los Rincones, de Masatepe, y deja un niño en la orfandad.
Neylin Calderón, máster en comunicación intercultural.
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