Eran las nueve de la noche del jueves 8 de julio cuando Yesica Medina le pidió a su hijo de 14 años que ya no saliera más a la calle porque algo le podría ocurrir, tenía un mal presentimiento que finalmente se cumplió.
El adolescente salió de su casa en el reparto Bayardo Arce, en Chinandega, para ir a comprar a una venta un chocobanano. En la pulpería estaba una niña que lo atendió, pero al momento de darle el postre se olvidó que dos perros pitbull (de nombre Simba y Roco) estaban sueltos y cuando abrió la puerta uno de los canes se fue contra el muchacho, mordiéndolo en uno de sus brazos.
Inmediatamente salió en su auxilio Yovanny Mendoza, dueño de los perros. Seguidamente otro de los pitbull atacó al menor, desgarrándole el pómulo izquierdo. Yesica escuchó los gritos de una vecina y se salió a ver qué pasaba, y fue en ese momento que observó a su hijo ensangrentado.
“No podía entender lo que le había pasado ni la gravedad de las lesiones que había sufrido, solo pensé lo peor cuando lo vi ensangrentado. En ese momento no sabía qué hacer, sentí que me moría al ver a mi niño, en ese estado”, dijo la angustiada madre.
El adolescente fue llevado esa noche a una clínica previsional donde los médicos le practicaron una cirugía de emergencia, no obstante, no pudieron salvarle su ojo izquierdo.
Por su parte, Mendoza dijo que asumirá los gastos médicos del menor, quien será sometido en los próximos días a otra cirugía para reconstruirle el parpado. Asimismo, explicó que está a la espera de una resolución del Ministerio de Salud para determinar si los perros serán sacrificados o no.
Retomada de: Radio La Primerísima
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