Un desolador panorama de muerte y destrucción dejaron en Turquía y Siria dos fuertes terremotos. Los sismos de magnitud 7,4 y 7,7, seguidos de varias réplicas, han provocado la muerte de centenares de personas y miles de heridos a ambos lados de la frontera. Los temblores se sintieron en Irak, el Líbano e Israel.
A la 01:17 GMT un sismo de 7,4 de magnitud tuvo lugar en la ciudad de Gaziantep, en Turquía. Las ciudades más afectadas, según la televisión local, son Kahramanmarash, Adiyaman, Diyarbakir y Malatya. Horas después, a las 10:24 (GMT) los sismólogos confirmaron un segundo terremoto de magnitud 7,7 en el centro del país. Después de 12 minutos fue registrado otro temblor de magnitud 6,0.
Según los últimos datos, un total de 2.380 personas perdieron la vida y otras 7.634 resultaron heridas. En la provincia de Kahramanmaras, donde fue localizado el epicentro del primer sismo, unos 300 edificios colapsaron. En el lugar continúan las labores de búsqueda y rescate. El Ejército se unió a dichas tareas.
Una explosión sacudió un gasoducto en la provincia turca de Hatay, en el sureste del país, provocando un incendio, informó la agencia de noticias IHA.
Además, la histórica fortaleza de Gaziantep, que figura en la lista de “ciudades creativas” de la Unesco, quedó destruida por el primer sismo.
En Siria, al menos 430 personas murieron y más de 1.300 resultaron heridas tras el terremoto que golpeó durante la madrugada el sureste de la vecina Turquía y las zonas del noroeste de Siria. El sismo provocó el colapso de numerosos edificios en algunos barrios de Alepo, Hama y Latakia.
El presidente de Siria, Bashar Asad, convocó una reunión de emergencia del Gobierno sirio para analizar los daños causados por el terremoto, indicó la oficina presidencial.
Asimismo, el director general del Departamento de Museos de Siria, Hammam Saad, declaró a Sputnik que la ciudadela de Alepo, declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, sufrió daños como resultado del terremoto.
El corresponsal de Sputnik en Siria informó que los servicios de emergencia locales no disponen de equipos suficientes para sacar rápidamente a la gente que quedó atrapada entre los escombros, por lo que la mayoría de las veces los sacan a mano. Esto explica por qué el número de muertos en Siria es alto.
También, los medios locales citando al Ministerio de Petróleo sirio, afirmaron que la refinería de petróleo más grande de Siria, situada en la ciudad de Banias, ha suspendido sus operaciones debido a los daños sufridos durante el devastador terremoto, para su reparación se necesitan al menos 48 horas.
Además, según la información del ministerio, resultaron dañados los edificios residenciales de los empleados del ente en Banias, así como los pilares de las instalaciones de almacenamiento de gas, que están situadas en Alepo.
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