Al inicio de la pandemia, a través de los medios de comunicación se podía leer, ver y escuchar cómo eran incinerados o enterrado de inmediato los cuerpos de las personas que fallecían a causa de la Covid-19, esto como medidas de seguridad para evitar la propagación del virus y evitar más muertes de coronavirus, sin embargo, es inevitable pensar sobre el dolor que deja en sus familiares el no poder despedirse de su ser querido, incluso se ha llegado a quitar el cuerpo del fallecido a los encargados del entierro.
No es un secreto que en Bilwi el pasado mes de mayo falleció una persona, que funcionarios del Ministerio de Salud decidieron realizar el entierro de manera inmediata, pero sus familiares se opusieron, le quitaron el cuerpo del fallecido al Minsa, decidieron velarlo y lo enterraron hasta el siguiente día, de acuerdo con algunas declaraciones de sus familiares en el acta de defunción no detalla haber fallecido por Covid-19, aunque para muchas personas fue un acto de indignación e inconsciencia, eso fue una forma de demostrar el profundo dolor que causa la pérdida física de su familiar.
Es difícil imaginar cuanto puede doler no volver a ver a un ser querido, desde el momento que esa persona es diagnosticada con Covid-19 entra en una sala donde mantiene total aislamiento, sus familiares no vuelven a verlo físicamente, mientras aguardan con la esperanza de volverse a encontrar con su apreciado pariente, no obstante, está la posibilidad de no poder despedirse a como nos han acostumbrado por generaciones, es tanta la impotencia de las familias, que se refugian en las afueras de los hospitales sin importar la lluvia, si es de día, de noche, no sienten frío, hambre, simplemente desean volver abrazar a su familiar, pero es más triste cuando el personal de salud desconsolados salen con la noticia inevitable, “ha muerto”.
Las lágrimas y las palabras de consolación no son suficientes para poder borrar el hecho de que esa persona a la que amas tanto, se ha ido para siempre, y ya no tienes la oportunidad de hacer el ritual, la ceremonia, el velatorio y peor aún, no tienes derecho a estar alado del féretro, volver a ver su rostro, darle el último beso, el último abrazo, y no puedes estar cuando es sumergido en la fosa donde posaran sus restos por toda la eternidad. Tu paz mental no vuelve, te vuelves frívolo, entras en un estado de duelo profundo, que sumerge a toda la población, hay pueblos enteros que sufren por esta tristeza que embarga a miles de familias alrededor del mundo. Esta secuela puede tratarse con ayuda psicológica.
Recomendaciones por expertos para tratar la salud mental
La Licda. Teisey Allen, Psicóloga de URACCAN en el recinto Bilwi, recomienda que el poder realizar ejercicios de respiración, ayuda a mejorar la salud mental que es ocasionada por la partida física de su ser amado, esto nos evitaría pensar en suicidios u otras medidas drásticas que se tomen para evitar el dolor, “los ejercicios nos ayudan a mantener cierta calma ante la angustia y nos ayuda a tener una mente más clara y tomar decisiones correctas”.
Allen, también manifestó que las familias sufren más con las muertes de los parientes por Covid-19 porque el duelo es interrumpido, “el ritual podría hacerse sin el cuerpo presente, tiene que ser más simbólico y eso implica un trabajo (psicológico) más especializado”, aseguró la psicóloga.
A su vez, la experta invitó a la población que siente que esta situación se está saliendo de control, “que siente que la ansiedad, la angustia y el estrés sobrepasan su capacidad de afrontamiento, a que busquen una atención profesional que los ayude y los acompañen en este proceso”, recomendó Allen.
Finalmente, la psicóloga hizo énfasis que durante el proceso de duelo o si está realizando auto aislamiento voluntario, es necesario tener una ocupación para que la mente esté enfocada en otras labores que aíslen la problemática actual, entre las opciones recomendadas estuvo “dedicarse a la jardinería, aprender a realizar comida tradicional, buscar que hacer en casa para no sentirse atrapado”.
Respeto a la privacidad de las familias dolientes
En las últimas semanas, lamentablemente como medio de comunicación nos ha tocado informar sobre las muertes de personas reconocidas tanto en el municipio, Regiones Autónomas del Caribe Norte y Sur, como a nivel nacional, generalmente, las publicaciones en las redes sociales provocan cantidades de reacciones y comentarios, en muchas ocasiones son de consuelos y condolencias a sus familiares, mientras que otros son de ofensas, preguntas innecesarias como: ¿De qué murió? Esto provoca un irrespeto a la intimidad tanto de la persona fallecida, como a sus familiares que están pasando por un momento doloroso y difícil de asimilar.
Desde el momento que una familia entera recibe la triste noticia del fallecimiento de su pariente, se convierte en alguien vulnerable, que le dificulta pensar y razonar con claridad, por eso, los expertos en psicología recomiendan respetar la privacidad de las personas dolientes, más bien, es importante expresar mensajes de consolación para que los individuos que están pasando por esta difícil situación tenga razones para continuar luchando, generar un espacio de fortalecimiento espiritual, puede ayudar a sanar el dolor ajeno.
Seamos conscientes que estamos viviendo un período difícil en medio de una pandemia mundial que ha dejado luto y dolor a millones de familias en todo el mundo, acatemos las orientaciones que nos recomiendan los expertos en salud, cuidemos a nuestros familiares, a los ancianos, niños, las personas con enfermedades crónicas, que son las más vulnerables ante esta enfermedad.
Que esta pandemia nos haga más humanos, respetemos el dolor ajeno.
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