Mons. David Zywiec un obispo misionero, humilde y amado por su pueblo  

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Para la iglesia católica de la Costa Caribe Norte y Sur la historia dio un giro radical después del sensible fallecimiento de Mons. David Zywiec, primer obispo de la diócesis de Siuna a sus 72 años de edad, aquel día domingo 5 de enero del año 2020.

Mons. David, llegó a Nicaragua el 3 enero, 1975 y fue nombrado vicario de la parroquia de Siuna, desempeñando una gran misión ya que en ese tiempo cubría del empalme de Alamikangbang hasta el Río Tuma y el Río Yaoska, lo que ahora incluye la parroquia de Waslala y parte de la parroquia de Mulukukú.

Un obispo cercano, no se necesitaba cita para hablar con él

El Padre William Mora, de la parroquia Espíritu Santo Mulukukú, recuerda que en días antes de enfermarse gravemente, monseñor David, paso por su parroquia realizó la bendición del salón parroquial «estaba muy contento, nunca descuidó sus actividades planificadas» recordó Mora.

“Llegue el día 2 de enero a visitarlo, conversamos como siempre, me habló de su enfermedad y me mostró con toda paciencia las fotos del tumor que le habían detectado, nos tomamos una fotografía que jamás pensé fuera la última que me tomaría con él y al final me pidió le diera la bendición” trae a su memoria con mucha nostalgia el Pbro. William Mora.

Mora, recuerda a Mons. David, como un obispo sin citas previas, “con monseñor David, nadie sacaba citas para verlo, él se sentaba a fuera de la parroquia a esperar a las personas, hablaba con todo mundo, era un ser humano humilde y sin acepciones, amaba a todos y todos le amaban” expresó Mora.

Tenía el don del acercamiento, los laicos lo amaban

El Padre Fernando Israel Zamora Silva, canciller de la conferencia episcopal de Nicaragua para la Dieseis de Siuna, detalló los momentos que vivió a lado de Monseñor David en sus últimos días “fui a donde estaba ya que necesitaba la aprobación de unos documentos, ya él estaba un poco débil, sin embargo, tenía la esperanza de ir a Estado Unidos y regresar con bien, fue un obispo amado por los laicos y eso será por siempre” expresó el sacerdote.

Zamora, recuerda que informar su fallecimiento como canciller de la Diócesis fue uno de los momentos más duros que ha experimentado “al darme cuenta que había padecido de un paro cardiaco inmediatamente fui al hospital para ver la situación, posteriormente, recuerdo como si fuera hoy que nos avisaron de su fallecimiento y fue un dolor grande que aún seguimos sintiendo” detalló el canciller diocesano.

Para los laicos es un santo

Mons. David, en sus 45 años de misión tuvo la oportunidad de vivir varias etapas en el país, guerras, cambios de gobiernos y sobre todo cambios en la iglesia, pero, eso jamás lo desvió de ser el pastor amado, todos lo amaban, hasta personas no católicas.

El Pbro. Fernando Zamora, expresa que lo más importante es que la iglesia ha manifestado su inmenso amor por monseñor David, para los feligreses es un santo “se nos fue físicamente, pero, en el cielo nos vamos a encontrar porque para nosotros monseñor David, es un santo y siempre será, el buen pastor” finalizó Zamora.

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