Así lo confirmó el delegado presidencial de la región de Tarapacá, Miguel Ángel Quezada, quien lamentó la pérdida de los enseres y viviendas de los ciudadanos e informó que hay niños y adultos mayores entre los damnificados.
Por ahora, las autoridades han descartado la presencia de víctimas mortales o heridos graves así como la posibilidad de que el incendio haya sido intencionado, achacándolo a las condiciones de extremo calor que se registraron durante la jornada.
El fuego comenzó durante la tarde y las llamas se extendieron en pocas las horas, lo que llevó a la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) a declarar alerta amarilla y emitir un reporte alertando sobre la “presencia de viviendas irregulares y el difícil acceso al lugar”.
Desde el cuerpo de Bomberos desplegaron varias unidades que trabajaron durante varias horas e informaron que las condiciones de hacinamiento de las viviendas, los angostos pasajes del asentamiento y la falta de red de agua dificultaron la labor de extinción de las llamas.
Laguna Verde es un asentamiento irregular de viviendas y chabolas ubicado en Iquique, la primera ciudad después de pasar la frontera con Perú y Bolivia.
Para miles de migrantes, esta localidad es la primera parada en la que asentarse temporalmente antes continuar a otras ciudades o tratar de regularizar su situación.
Las autoridades agregaron también que se habilitarán al menos dos escuela como albergues para alojar a las más de 400 personas que se quedaron sin hogar.
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