Guardianes del cacao, cómo enfrentan la sequía en Bilwi y Waspam

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Redacción: Nicacao

La ausencia de lluvias desde noviembre pasado y temperaturas de hasta 40 grados han secado ríos y pozos, y amenazan a las plantaciones de cacao de unos 30 productores y productoras de los territorios indígenas de Tasba Pri, Twi Yahbra y Wanki Twi Tasba Raya, en Bilwi y Waspam.

La sequía de este año ha sido particularmente cruda y en las comunidades indígenas se encendieron las alarmas ante la posibilidad de perder los cacaotales, cultivo que representa una tradición ancestral de la zona y constituye una importante fuente de ingresos para muchas familias.

“El cacao en sistemas agroforestales nos ayuda a mejorar la economía y la alimentación de la familia, sirve como fuente de trabajo e ingresos”, explica Emilio Hammer, un productor de 63 años de la comunidad indígena de Sumubila, Tasba Pri, municipio de Bilwi.

El cacao también es estratégico, porque preserva el bosque que sirve de muro de contención contra los frecuentes huracanes que pasan por la región. “El bosque es muy importante, especialmente en nuestras comunidades donde, debido al paso de huracanes, han sido derribados árboles grandes”, añade.

También proporciona madera. “Ahora no contamos con caoba ni cedro macho, y su madera es útil para trabajar en alta mar, para la construcción de casas e incluso para ataúdes”, agregó el productor.

Una de las acciones es la fumigación del cacao con urea, cal y melaza para evitar su muerte prematura.

El técnico local de NICACAO, Jesús Isaías Pérez, destaca que las estrategias adoptadas incluyen el no desmalezar ni limpiar, la conservación de arbustos, así como el uso de mulch, que han demostrado ser efectivas para preservar la humedad del suelo y maximizar el impacto de los nutrientes aplicados.

La frecuencia de aplicación de nutrientes recomendada ahora es de cada 5 días para melaza y la cal, y cada 15 días para urea. Esta técnica ha sido crucial para mantener las plantas hidratadas en medio de la sequía.

La técnica usada en Bilwi y Waspán se ha convertido en un referente para su comunidad y una fuente de conocimiento para protagonistas de otros proyectos. Incluso, los estudiantes de la Universidad BICU (Bluefields Indian & Caribbean University), acuden a aprender de sus prácticas en el sistema agroforestal de cacao de Hammer.

La historia de Emilio Hammer y otros productoras y productores de cacao es un testimonio de perseverancia y dedicación. A pesar de los desafíos ambientales y económicos, estos hombres y mujeres continúan luchando por su sustento y preservando una tradición que forma parte fundamental de su identidad cultural.

Redacción Central
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