Un mes y medio después de que pandillas bloquearon la distribución de los combustibles, el oxígeno es hoy un bien escaso en los hospitales haitianos y su racionamiento pone en peligro decenas de vidas.
En los centros de salud públicos como el Hospital Estatal o el Hospital La Paz, las reservas permitirán operar una o dos semanas, sin embargo, el proveedor de la institución explicó que el equipo necesario para la producción de cilindros se encuentra bloqueado en el puerto de Lafito.
Por su parte, un directivo del Hospital La Paz dijo al diario Le Nouvelliste que las instituciones públicas son las primeras víctimas cuando el oxígeno no está disponible.
La situación en los nosocomios privados no es diferente porque, aunque algunos cuentan con concentradores de oxígeno, la falta de combustible no permite ponerlos a funcionar.
Desde el 12 de septiembre los grupos armados reunidos en la federación G-9 limitaron el acceso a la principal terminal petrolera del país y en las últimas semanas robaron miles de galones de hidrocarburos para surtir el mercado informal donde los precios alcanzan valores astronómicos.
Después de reclamar la renuncia del primer ministro Ariel Henry, como condición para desbloquear las entradas de la instalación, las pandillas lideradas por el expolicía Jimmy Cherizier exigen ahora amnistía, participar de un nuevo Gobierno y que se retiren las órdenes de búsqueda en su contra.
La crisis que pronto cumplirá dos meses aplazó de manera indefinida el reinicio del año académico, mientras muchas empresas, incluidas las potabilizadoras de agua redujeron o detuvieron sus producciones.
Todo ello en medio del resurgimiento del cólera cuyos casos sospechosos aumentaron a mil 700, y más de la mitad de ellos niños menores de 14 años, reveló el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
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