El regreso del fenómeno de El Niño durante este año provocaría un aumento de las temperaturas mundiales “fuera de lo normal” y olas de calor sin precedentes, advierte un grupo de científicos.
Según las previsiones, los fenómenos meteorológicos extremos se exacerbarán y es muy probable que el calentamiento mundial supere los 1.5 grados centígrados. Ya se espera que este año sea más caluroso que 2022, que según los datos mundiales fue el quinto año más caliente jamás registrado.
Pero El Niño se produce durante el invierno del hemisferio norte y su efecto de calentamiento tarda meses en notarse, por lo que es mucho más probable que 2024 marque un nuevo récord de temperatura mundial.
El IRI (International Research Institute for Climate and Society, que forma parte del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia) publicó el 12 de enero el nuevo informe de pronóstico del ENOS (El Niño – Oscilación del Sur), en el cual se prevé una transición de La Niña a estado neutral durante la temporada de febrero a abril de 2023. Según los modelos, para marzo-mayo de 2023 la posibilidad de condiciones neutrales es del 82%.
Los gases de efecto invernadero emitidos por las actividades humanas han provocado un aumento de la temperatura media mundial de aproximadamente 1.2 grados centígrados hasta la fecha. Esto ya ha causado efectos catastróficos en todo el mundo, desde olas de calor abrasadoras en Estados Unidos y Europa hasta inundaciones devastadoras en Pakistán y Nigeria, que han perjudicado a millones de personas.
“Sugerimos que 2024 será probablemente el año más cálido jamás registrado. Es poco probable que La Niña actual se prolongue un cuarto año. Incluso un pequeño amago de El Niño debería bastar para batir el récord de temperatura global”, señaló James Hansen, profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Los fenómenos de El Niño y La Niña son la principal causa de las diferencias meteorológicas interanuales en muchas regiones.
En los años de La Niña, los vientos alisios del Pacífico de Este a Oeste son más fuertes, empujando las aguas cálidas superficiales hacia el oeste y atrayendo aguas más profundas y frías hacia el este.
El Niño se produce cuando los vientos alisios disminuyen, lo que permite que las aguas cálidas vuelvan a extenderse hacia el este, sofocando las aguas más frías y provocando un aumento de las temperaturas globales.
Científicos del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés) de la NASA definieron 2022 como el quinto año más caliente jamás registrado. Desde que se empezaron a tomar registros en 1880, los últimos nueve han sido los más cálidos. “Esto significa que la Tierra en 2022 ha sido cerca de 1.11 grados más cálida que el promedio de finales del siglo XIX”, advirtieron.
El último informe de Global Water Monitor (Monitor Mundial del Agua) advierte que el aumento de la temperatura hará que a largo plazo el efecto de los años “fríos” del fenómeno de La Niña se pierda.
En eso coincide la Organización Meteorológica Mundial que señala que el impacto de enfriamiento de La Niña “será de corta duración y no revertirá la tendencia de calentamiento a largo plazo causada por niveles récord de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en nuestra atmósfera”.
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